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miércoles, 5 de septiembre de 2007

La Obesidad: Cuestión de Salud Pública


Venezuela no escapa a la tendencia mundial

La Obesidad: Cuestión de Salud Pública

Según la Organización Mundial de la Salud, desde hace cinco años, en nuestro país el problema de la Obesidad se ha hecho tan grave como el de la desnutrición afectando a todos los estratos sociales, y es que Venezuela, pese a estar en la vanguardia de la moda “Light” y “Fitness” no escapa al sedentarismo inducido por la tecnología y al trepidante ritmo de la vida moderna en la que la comida rápida es una solución y un dulce se convierte en el escape de las preocupaciones o en el bálsamo de nuestras carencias.

Para conocer todo sobre el origen de esta enfermedad y las medidas para que los kilos de más no se salgan de control, conversamos con un experto en la materia, El Dr. Jesús Enrique Rojas Quiroz, Médico Nutrólogo, Pediatra y Presidente de la Sociedad Médica Venezolana de Nutrición.

¿Que es la Obesidad?
La obesidad es una enfermedad causada por el aumento excesivo de peso y, por ende, de masa corporal. El aumento del índice de masa corporal por encima de los parámetros normales para hombres y para mujeres es considerado sobrepeso y cuando se presenta una distribución anormal o exceso de grasa se habla de obesidad. La Sociedad Médica Venezolana de Nutrición considera que la obesidad es un problema de salud pública debido al gran número de personas que la padecen en la actualidad.

¿La Obesidad comienza en la infancia?
El niño obeso es el reflejo de la nutrición inadecuada que recibe en su casa, no debemos olvidar que todavía existe la creencia de que un bebé o un niño sano es gordito, y es por eso que muchas madres preparan alimentos como sopas y atoles con mucha harina durante el proceso de inclusión de alimentos distintos a la lactancia materna. Por ello es muy importante que los padres consulten con el pediatra que tipo de alimentos son los adecuados en cada etapa y dar énfasis a las verduras, vegetales y frutas para que el niño aprenda a comerlas y mantenga hábitos saludables durante su alimentación adulta.

¿Cómo saber cuando un niño es obeso?
En Venezuela tenemos nuestros propios patrones de peso y talla para los niños, arrojados de estudios realizados por Fundacredesa – estudio longitudinal y estudio transversal de Caracas- donde se tomó una muestra de niños sanos de todas las edades. De ahí vienen las tablas de desarrollo con las que cuentan los pediatras y nutricionistas. Estos parámetros más lo que podemos observar a través de indicadores de composición corporal midiendo el área grasa, que arroja de forma indirecta la reserva calórica, y el área muscular que arroja la reserva proteíca, nos permiten diagnosticar a un niño como obeso; ya que en ellos el área grasa está por encima de los patrones normales que se esperan para la edad. Al niño obeso se le recomienda un alimentación balanceada, el aumento de su ritmo de juego al aíre libre y la práctica de algún deporte que le guste una o dos veces por semana.

¿Cuáles son las causas de la Obesidad en los adultos?
La obesidad en el adulto desarrolla por unos hábitos nutricionales inadecuados que – por lo general- se arrastran desde la infancia y la adolescencia. El exceso de comida rápida o chatarra, el consumo de alimentos fritos y harinas, la pobre ingesta de vegetales y proteínas de buena calidad y la falta de ejercicio físico son factores que generan que los individuos desarrollen sobrepeso y con el tiempo obesidad. La obesidad es una enfermedad que debe ser vista de manera integral ya que el paciente tiene por lo general características obsesivas que lo llevan a drenar sus tensiones laborales o familiares con la comida y es por ello que el médico nutrólogo trabaja en conjunto con un psicólogo que le da herramientas para controlar la ansiedad y con otros profesionales de la medicina, según sea el caso- como el endocrino o el cardiólogo para brindarle una solución efectiva al paciente.

¿Cómo afecta la Obesidad a la salud del paciente?
La obesidad es una enfermedad que afecta sensiblemente la calidad de vida y la salud de aquel que la padece. Entre las consecuencias podemos mencionar las de índole psicológica, ya que el obeso es rechazado en los grupos sociales, situación que se presenta desde los niños en sus grupos de referencia hasta los adultos y eso produce en el paciente una frustración que lo lleva a desarrollar una personalidad de “gordito feliz”, al que no le importa su peso, con la cual escuda su miedo al rechazo social. Consecuencias cardiovasculares como el desarrollo de dislipidemias – aumento de colesterol “malo” y triglicéridos- que produce a largo plazo obstrucción de las arterias y riesgos de ataque cardíacos y accidentes cerebro vasculares (ACV). Desórdenes metabólicos como el síndrome de resistencia a la insulina, el desarrollo de diabetes mellitus; problemas digestivos como la gastritis y el reflujo, complicaciones renales debido a la ingesta de ciertos alimentos que en exceso producen cálculos, problemas mecánicos por la sobrecarga de peso en las articulaciones, problemas cutáneos como el desarrollo de hongos en los pliegues de la piel, trastornos de la menstruación y la fertilidad en las mujeres, problemas respiratorios como la disminución de capacidad pulmonar y la apnea del sueño y, disminución de la líbido o deseo sexual.

Por último, ¿Cuáles son sus recomendaciones para llevar una nutrición más sana y prevenir la obesidad?
Primero hay que decirle a la población general que las “dietas milagrosas” no existen. Los regímenes de adelgazamiento que salen en revistas o que son anunciados con promesas irreales donde se restringen varios grupos de alimentos, así como las pastillas y gotitas mágicas, hacen más daño que bien al paciente porque comprometen su salud aprovechando su motivación para perder unos kilos. La obesidad es una enfermedad y el primer paso que debe dar el paciente es reconocerlo para ponerse en manos calificadas y recibir un tratamiento multidisciplinario dirigido por un médico nutrólogo o por un nutricionista. A todos los venezolanos les hago un llamado de atención a mejorar su alimentación para prevenir el desarrollo de esta enfermedad a tiempo, comiendo mas vegetales, verduras, alimentos ricos en fibra y haciendo una actividad física que los motive al menos tres veces a la semana, moderar el consumo de harinas y azúcar refinada, y dejar los dulces para las ocasiones especiales, y no olvidar que hoy es el mejor día para comenzar a alimentarnos adecuadamente.

Foto: Charo

Entrevista publicada en la REVISTA IMPACIENTES número 16

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