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lunes, 30 de noviembre de 2015

Efectos negativos de alimentarse en exceso




Cuando se trata de la alimentación, el exceso de nutrientes es perjudicial y causa de enfermedades que pueden ser irreversibles. Aquí te muestro las consecuencias negativas de comer en exceso carbohidratos, proteínas, fibras,  y grasas.

El exceso de carbohidratos

Comer exceso de carbohidratos refinados causa obesidad, diabetes tipo dos y enfermedad cardiovascular. El organismo recibe glucosa en exceso por el metabolismo de estas harinas, experimenta un aumento de los triglicéridos, que junto al colesterol malo (LDL), tapa las arterias, y esta condición junto al sobrepeso exige a todo el organismo un mayor trabajo.
La insulina producida en el páncreas traslada la glucosa por la sangre hasta las células que la transforman en energía. La personas obesas tienen resistencia a la insulina, condición que hace que la glucosa se almacene en forma de grasa corporal y la energía no se produzca de manera eficiente. A largo plazo pueden desarrollar diabetes tipo 2.

El exceso de proteínas
Los suplementos de proteínas son muy comunes en los gimnasios, pero su consumo en exceso, sumado a las proteínas de origen animal o vegetal que comemos a diario, puede ser muy dañino.
Consumir proteínas en exceso puede causar obesidad porque afecta al correcto metabolismo de las grasas. Además afecta el funcionamiento de los riñones y el hígado, órganos encargados de eliminar las sustancias de desecho que generan las proteínas al ser procesadas: ácido úrico, urea y amoníaco. Cuando aumentan nuestros niveles de amoníaco podemos experimentar náuseas, cansancio, fatiga y dolor de cabeza.
El exceso de proteínas hace que eliminemos mucho calcio a través de los riñones,  y este organo depurador no puede filtrarlo y se afecta con los llamados cálculos renales.
La fijación del calcio en los huesos también se ve afectada cuando ingerimos proteínas en exceso ya que aumentan los niveles de fósforo.
Muchas veces acudimos a los suplementos cuando nuestra ingesta de alimentos protéicos es suficiente para conseguir un buen desarrollo muscular, debemos evitar caer en este exceso.

El exceso de fibra
Entre 20 y 30 gramos de fibra es la cantidad ideal para mantener una buena salud. Cuando ingerimos más de 50 grs se interfiere con la absorción de minerales como el magnesio, hierro, calcio y zinc, porque ésta hace que los alimentos pasen tan rápido por el sistema digestivo que las paredes intestinales no alcanzan a absorber micronutrientes.
El exceso de fibra causa diarrea, distensión abdominal, gases y flatulencias. También puede causar estreñimiento si comes mucha fibra en poco tiempo y no bebes mucha agua.
La fibra en exceso disminuye la eficacia de ciertos medicamentos como los antidepresivos y fármacos para la diabetes. Si estás bajo tratamiento consulta a tu médico antes de añadir más fibra a tu alimentación.

El exceso de grasas
Las grasas son otro macronutriente esencial, pero su consumo en exceso causa no sólo aumento de peso, sino aumento del colesterol malo (lipoproteínas de baja densidad) encargadas, junto a los triglicéridos de causar el taponamiento de las arterias que llevan la sangre hacia el corazón- Este exceso de grasas en el torrente sanguíneo de conoce como dislipidemia o hipercolesterolemia y es la causa de la enfermedad conocida como aterosclerosis, cuya etimología proviene del griego athero (pasta) y skleros (duro), y se caracteriza por la obstrucción arterial. Las arterias tapadas son las precursoras de los infartos cardíacos y cerebrales
Otra consecuencia de comer exceso de alimentos grasos es la es
teatosis hepática no alcohólica, enfermedad conocida también como hígado graso que no es más que la acumulación de grasa en el hígado, la cual compromete la función de este órgano para metabolizarlas y con el tiempo las lesiones pueden hacerse severas y precursoras de cáncer de hígado.

No excluyas ningún tipo de macro nutriente de tu alimentación. Elige las versiones más saludables de cada uno de ellos. Cuida las porciones tomando en cuento tus requerimientos calóricos diarios y actividad física, recuerda siempre que Todo en Exceso Es Malo. Consulta a tu médico o nutricionista ante cualquier duda.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Alimenta tu espíritu



Una vida sana tiene como pilares fundamentales la correcta nutrición y la actividad física, pero también mantener la mente y el alma en equilibrio, cosa que por el trepidante ritmo de la cotidianidad muchas veces descuidamos.

Te preguntarás ¿por qué es importante mirar hacia adentro? Y la respuesta es simple: una vida consciente es el antídoto más efectivo contra el estrés, factor que interviene en el desarrollo de la mayoría de las enfermedades que hoy conocemos, desde una simple gripe hasta el temido cáncer.

A continuación te presento actividades que de debes dejar de lado para procurar la serenidad:

1. Medita: Sea cual sea tu religión la meditación es una práctica que te permite conectarte con la divinidad. Se trata de silenciar tu mente unos minutos y enfocarla en el momento presente, lo cual puede resultar difícil al principio pero se puede lograr a través de la respiración y la visualización. El uso de mantras, que es la repetición de palabras en sánscrito, el idioma ancestral de la india, también facilita la concentración. Hay estudios científicos que afirman que la meditación previene el Alzheimer y la enfermedad cardiovascular. En internet puedes encontrar meditaciones guiadas como las propuestas por Deepak Chopra. La idea es hacer de la meditación un hábito diario. Mi mantra favorito es el budista NamMiojoRengueKyo, que significa "yo creo en la divina ley de la causa y el efecto".

2. Abraza: Abrazar a tus seres queridos con mayor frecuencia dispara la hormona oxitocina, la cual es responsable de la conexión afectiva entre los seres humanos y baja el cortisol, la hormona del estrés. Aquí también es preciso recordar que debes mantener relaciones de calidad y apartarte de todas las personas que te sabotean y no ayudan a tu crecimiento, si se trata de familiares ámalos, pero no permitas que te manipulen.

3. Lee: La lectura es un hábito saludable que además suma conocimientos. Hay muchos libros motivadores, historias de vida que impulsan a convertirte en una mejor versión de ti mismo. Sin embargo, si te gustan las novelas u otros géneros también es positivo, el tiempo que dedicas a leer siempre es una buena inversión.

4. Conéctate con la naturaleza: Desde ver los árboles por tu ventana hasta ir de paseo a la playa, la naturaleza nos recuerda que somos unos con ella, parte de un plan divino y perfecto, donde nada está hecho al azar.

Sólo tú eres responsable de tu bienestar. La ansiedad te mantiene anticipándote al futuro y la tristeza mal encausada, que es la génesis de la depresión, te mantiene atado al pasado. Ninguno de esos espacios es tu lugar para ser feliz, sólo tienes el presente, que es un regalo, aprovéchalo al máximo!