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martes, 30 de agosto de 2016

Sexo Tántrico: La Fusión Sagrada

Si para ti la unión sexual es pura adrenalina y excitación, te invito a descubrir El Sexo Tántrico un nuevo sendero de placer de origen milenario que te llevará a experimentar un mundo de sensaciones en las cuales convergen Sexo y Alma

Una carrera de resistencia para conseguir el más explosivo de los orgasmos a través de caricias que se van tornando más profundas y acompasadas al pasar de los minutos, hasta tornarse desenfrenadas, es la descripción más cercana que tenemos los occidentales del buen sexo. Así como la comida rápida le ha dado paso al movimiento slow food, el placer de la gratificación casi instantánea ha puesto de nuevo en la palestra el paladeo de de cada centímetro de piel y el disfrute de cada respiración.


¿Qué es el Tantra?

Tantra significa tejido de vida. Es una filosofía proveniente de la India que enseña a utilizar el deseo como sendero hacia la realización. El Tantra no es sólo sexo, y mucho menos sólo coito. Honra al hombre y a la mujer y ve el encuentro íntimo como un acto sagrado, contemplativo, meditativo, hacer el amor es una plegaria en acción. 

Shakti = mujer // Shiva = hombre, ambas esencias sagradas de lo masculino y femenino

Yoni = vagina // Lingam = pene

El budismo tántrico y el taoísmo exigen el control absoluto de la eyaculación, mientras que los maestros hindúes la aceptan a veces.


Prepárate para el Tantra

Hay que cruzar los umbrales de la auto-aceptación, la dignidad, y el derecho a ser quien eres.

Debes descubrir la meditación, la danza, la energía Kundalini (que yace en el chakra sexual), los abrazos y la respiración.

Tienes que honrar lo vivido y por vivir: relaciones, emociones, sentimientos y sensaciones.

Entregarte a la experiencia sanadora de la sensualidad, el despertar de los sentidos y la consciencia corporal.

Tejer cuerpo y alma, espíritu y materia, en un solo manto de vida, en una totalidad inseparable e innegociable.

Integrar - con respeto y gozo- la dualidad de lo masculino y lo femenino, el hombre y la mujer.

Aprender a convivir sabiamente con los placeres y dolores naturales de nuestra condición humana.

Una vez liberados del racionalismo, de la ignorancia que reniega lo sagrado de la unión sexual, de los prejuicios morales, la vergüenza y la culpa, podemos iniciar la práctica de esta filosofía espiritual y cotidiana a la vez.

El tantra nos guía en la penetración sagrada en todo sentido: energética, corporal y comunicacional, con o sin orgasmo físico, pero con orgasmo emocional y espiritual de dimensiones universales

Mujeres arriba

En el Maithuna o coito sagrado, la mujer toma el control, teniendo una posición activa en todo momento, llevando a su amante al borde del placer con la fuerza de sus contracciones íntimas voluntarias - mula bandha – que para nosotras son los ejercicios Kegel-. Con los sentidos despiertos, los amantes, inmóviles, permanecen atentos a lo que pasa entre ellos. Nada de caricias que puedan exacerbar la tensión sexual, nada de vaivén que pueda precipitar el orgasmo.

Cerca del punto límite, los amantes pueden recurrir a los procedimientos de control relajando sus músculos pélvicos. Una vez que la tensión erótica se ha establecido, los movimientos rítmicos, armoniosos como una danza, pueden recomenzar. La mujer permanece atenta a sus propias reacciones para no dejar que se produzcan los amplios movimientos instintivos de la pelvis. Ella puede -¡y debería!- llegar al orgasmo sólo con movimientos imperceptibles, a su ritmo.


Mente, respiración y eyaculación

El Tantra dice también: Quien controla la mente, controla la respiración y la eyaculación. Es verdad, pero el hombre no está solo, una mujer experimentada siente y sabe bien cuando él está en el punto límite, así que lo ayuda no moviéndose.

Es un arte el lograr el vaivén acompasado del movimiento corporal y de la respiración tántrica, en solitario o en pareja.  Mantener la respiración de forma consciente y constante, mas allá de lo que sentimos, es uno de los más hermosos y poderosos logros de estas prácticas. Y sentirlo en pareja… es un asunto de respeto, paciencia, amor y sabiduría.

En la China antigua, la práctica también espiritual del Tao, enseñaba a justo antes de la eyaculación, a apretar fuertemente, con los dedos pulgar e índice de la mano izquierda, durante tres o cuatro segundos, la zona entre el escroto y el ano, siempre con una profunda inspiración. Este procedimiento puede impedir la eyaculación, pero si a pesar de todo se produce, el esperma no sale, sino que vuelve hacia el interior, dirigiéndose a la vejiga desde donde será evacuado con la primera micción.

El arte supremo para hombre tántrico consiste en permanecer indefinidamente en el punto límite, el que da acceso al «paraíso sexual cerebral» y el verdadero orgasmo masculino. La experiencia de la pareja ya no está limitada ni es interrumpida por el desfallecimiento del varón, así que lo pueden aplicar todas para todas las parejas, sin importar su condición física o edad, pues no se trata de una acrobacia sexual.

 Y…¿el orgasmo?

Las largas secuencias de caricias y posturas de El Kamasutra y El Ananga Ranga tienen por objeto crear un estado de placer prolongado; en ninguno de los dos se trata el orgasmo como un desahogo necesario, ni siquiera como el objetivo principal, sino que se le da por sentado. El orgasmo se vuelve un incentivo del estado de continuo e intenso éxtasis físico y emocional que los amantes alcanzan a través de un estímulo prolongado de los órganos sexuales, y no un objetivo de mero alivio reciproco.

Todo hombre puede, con muy poca práctica - y la complicidad de una amante iniciada en técnicas tántricas-  permanecer cada vez más tiempo al filo de la eyaculación. La inmovilidad del comienzo pronto es relativa: progresivamente se hacen posibles unos movimientos suaves que se harán cada vez más amplios sin llegar al orgasmo.

Todo en el sexo tántrico tiene una misión medicinal y sanadora, que busca unirnos desde lo mas sagrado con nosotros mismos como individuos, y con la pareja, tejiendo cuerpos y almas en una comunicación erótica permanente, para alcanzar sentir el éxtasis de la divinidad - con o sin orgasmo-  gracias a un movimiento acompasado, rítmico o caótico, de cuerpos, energía vibrante y respiración. En el Tantra la experiencia trascendente del placer es para ser sentida, no para ser pensada. 

Místico cuervo

La posición del 69 es conocida como el Cuervo en el Tantra. Se considera que este intercambio de fluidos establece un lazo único, cargado de energía química vigorizante, con propiedades tanto físicas como espirituales.

Los tres caminos del Tantra

  • El Tantra Blanco se practica exclusivamente en solitario, casta y meditativa. No está relacionada con el Autoejercicio de la Función Sexual, sino con tomar consciencia de la propia energía Masculina y Femenina que poseemos.

  • El Tantra Amarillo se practica con parejas itinerantes, temporales, nómadas en sus relaciones, mas de mutuo acuerdo y con claro desapego.

  • El sexo tántrico del camino del Tantra Rojo se practica en la monogamia absoluta.

Tantra para evitar la eyaculación rápida

El Tantra es una herramienta para mejorar este problema que afecta a muchos varones. Una vez identificada su causa, la respiración consciente y ciertas formas de manipular el pene, más el manejo de la energía tántrica y el sustento emocional de la pareja, van a apoyar al hombre a decidir sobre su eyaculación pues ésta deja de ser la forma de lograr sentir orgasmos, y deja de ser autónoma. El hombre decide sobre la misma, y no la necesita para alcanzar el éxtasis.

Te invito a integrar estos conocimientos de Sexo Tántrico a tus encuentros íntimos. Se trata de técnicas de fácil aplicación que mejorarán tu comunicación erótica más allá de las palabras, afianzarán el vínculo con tu pareja, y harán de esos momentos espacios de entrega total y éxtasis no sólo físico, sino también emocional y espiritual para el bienestar de ambos.

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