Si para ti
la unión sexual es pura adrenalina y excitación, te invito a descubrir El Sexo Tántrico un nuevo
sendero de placer de origen milenario que te llevará a experimentar un mundo de sensaciones en las cuales convergen Sexo y Alma.
Una carrera
de resistencia para conseguir el más explosivo de los orgasmos a través de
caricias que se van tornando más profundas y acompasadas al pasar de los
minutos, hasta tornarse desenfrenadas, es la descripción más cercana que
tenemos los occidentales del buen sexo. Así como la comida rápida le ha dado
paso al movimiento slow food, el placer de la gratificación casi instantánea ha
puesto de nuevo en la palestra el paladeo de de cada centímetro de piel y el
disfrute de cada respiración.
¿Qué es el Tantra?
Tantra significa tejido de vida. Es una filosofía proveniente de la India que enseña a utilizar el deseo como sendero hacia la realización. El Tantra no es sólo sexo, y mucho menos sólo coito. Honra al hombre y a la mujer y ve el encuentro íntimo como un acto sagrado, contemplativo, meditativo, hacer el amor es una plegaria en acción.
Shakti = mujer // Shiva = hombre, ambas esencias sagradas de lo masculino y femenino
Yoni = vagina // Lingam = pene
El budismo tántrico y el taoísmo exigen el control absoluto de la eyaculación, mientras que los maestros hindúes la aceptan a veces.
Prepárate para el Tantra
Hay que cruzar los umbrales
de la auto-aceptación, la dignidad, y el derecho a ser quien eres.
Debes descubrir la meditación, la danza, la energía Kundalini
(que yace en el chakra sexual), los abrazos y la respiración.
Tienes que honrar lo
vivido y por vivir: relaciones, emociones, sentimientos y sensaciones.
Entregarte a la experiencia sanadora de la sensualidad, el
despertar de los sentidos y la consciencia corporal.
Tejer cuerpo y alma, espíritu y materia, en un solo manto de
vida, en una totalidad inseparable e innegociable.
Integrar - con respeto y gozo- la dualidad de lo masculino y
lo femenino, el hombre y la mujer.
Aprender a convivir sabiamente con los placeres y dolores
naturales de nuestra condición humana.
Una vez liberados del racionalismo, de la ignorancia que
reniega lo sagrado de la unión sexual, de los prejuicios morales, la
vergüenza y la culpa, podemos iniciar la práctica de esta filosofía
espiritual y cotidiana a la vez.
El tantra nos guía en la penetración sagrada en todo sentido:
energética, corporal y comunicacional, con o sin orgasmo físico, pero con
orgasmo emocional y espiritual de dimensiones universales
Mujeres
arriba
En el Maithuna o coito sagrado, la mujer
toma el control, teniendo una posición activa en todo momento, llevando a su
amante al borde del placer con la fuerza de sus contracciones íntimas
voluntarias - mula bandha – que para
nosotras son los ejercicios Kegel-. Con los sentidos despiertos, los amantes,
inmóviles, permanecen atentos a lo que pasa entre ellos. Nada de caricias que
puedan exacerbar la tensión sexual, nada de vaivén que pueda precipitar el
orgasmo.
Cerca del punto límite, los amantes pueden
recurrir a los procedimientos de control relajando sus músculos pélvicos. Una
vez que la tensión erótica se ha establecido, los movimientos rítmicos,
armoniosos como una danza, pueden recomenzar. La mujer permanece atenta a sus
propias reacciones para no dejar que se produzcan los amplios movimientos
instintivos de la pelvis. Ella puede -¡y debería!- llegar al orgasmo sólo con
movimientos imperceptibles, a su ritmo.
Mente,
respiración y eyaculación
El Tantra dice también: Quien controla
la mente, controla la respiración y la eyaculación. Es verdad, pero el hombre no
está solo, una mujer experimentada siente y sabe bien cuando él está en el
punto límite, así que lo ayuda no moviéndose.
Es un arte el lograr el vaivén
acompasado del movimiento corporal y de la respiración tántrica, en solitario o
en pareja. Mantener la respiración de
forma consciente y constante, mas allá de lo que sentimos, es uno de los más
hermosos y poderosos logros de estas prácticas. Y sentirlo en pareja… es un
asunto de respeto, paciencia, amor y sabiduría.
En la China antigua, la práctica también espiritual del Tao, enseñaba a justo antes de la eyaculación, a apretar fuertemente, con los dedos pulgar e índice de la mano izquierda,
durante tres o cuatro segundos, la zona entre el escroto y el ano, siempre con
una profunda inspiración. Este procedimiento puede impedir la eyaculación, pero
si a pesar de todo se produce, el esperma no sale, sino que vuelve hacia el
interior, dirigiéndose a la vejiga desde donde será evacuado con la primera
micción.
El arte supremo para hombre tántrico
consiste en permanecer indefinidamente en el punto límite, el que da acceso al
«paraíso sexual cerebral» y el verdadero orgasmo masculino. La experiencia de
la pareja ya no está limitada ni es interrumpida por el desfallecimiento del
varón, así que lo pueden aplicar todas para todas las parejas, sin importar su
condición física o edad, pues no se trata de una acrobacia sexual.
Y…¿el
orgasmo?
Las largas secuencias de caricias y
posturas de El Kamasutra y El Ananga Ranga tienen por objeto crear un estado de placer
prolongado; en ninguno de los dos se trata el orgasmo como un desahogo
necesario, ni siquiera como el objetivo principal, sino que se le da por
sentado. El orgasmo se vuelve un incentivo del estado de continuo e intenso éxtasis
físico y emocional que los amantes alcanzan a través de un estímulo prolongado
de los órganos sexuales, y no un objetivo de mero alivio reciproco.
Todo hombre puede, con muy poca práctica -
y la complicidad de una amante iniciada en técnicas tántricas- permanecer cada vez más tiempo al filo de la
eyaculación. La inmovilidad del comienzo pronto es relativa: progresivamente se
hacen posibles unos movimientos suaves que se harán cada vez más amplios sin
llegar al orgasmo.
Todo en el sexo tántrico tiene una
misión medicinal y sanadora, que busca unirnos desde lo mas sagrado con
nosotros mismos como individuos, y con la pareja, tejiendo cuerpos y almas en una comunicación erótica permanente,
para alcanzar sentir el éxtasis de la divinidad - con o sin orgasmo- gracias a un movimiento acompasado, rítmico o
caótico, de cuerpos, energía vibrante y respiración. En el Tantra la experiencia trascendente del
placer es para ser sentida, no para ser pensada.
Místico
cuervo
La posición del 69 es conocida como el
Cuervo en el Tantra. Se considera que este intercambio de fluidos establece un
lazo único, cargado de energía química vigorizante, con propiedades tanto
físicas como espirituales.
Los
tres caminos del Tantra
- El Tantra Blanco se practica exclusivamente en solitario, casta y meditativa. No está relacionada con el Autoejercicio de la Función Sexual, sino con tomar consciencia de la propia energía Masculina y Femenina que poseemos.
- El Tantra Amarillo se practica con parejas itinerantes, temporales, nómadas en sus relaciones, mas de mutuo acuerdo y con claro desapego.
- El sexo tántrico del camino del Tantra Rojo se practica en la monogamia absoluta.
Tantra para evitar la eyaculación rápida
Te invito a integrar estos conocimientos de Sexo Tántrico a tus encuentros íntimos. Se trata de técnicas de fácil aplicación que mejorarán tu comunicación erótica más allá de las palabras, afianzarán el vínculo con tu pareja, y harán de esos momentos espacios de entrega total y éxtasis no sólo físico, sino también emocional y espiritual para el bienestar de ambos.
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