- Shiloh, a la derecha, con sus hermanos Zahara, Knox y Vivienne, y su mamá Angelina -
Shiloh, la hija mayor de Angelina Jolie y Brad Pitt expresó a la tierna edad de 3 años que se sentía como un varón, le dijo a sus padres - contó el mismo Pitt a Oprah Winfrey en televisión - que quería que la llamaran John. La niña fue tan determinada que nunca respondía por su nombre femenino. En declaraciones posteriores a Vanity Fair, Angelina dijo que la niña sólo quería ser como sus hermanos mayores Maddox y Pax, y que los especialistas le recomendaron que la dejaran expresarse y vestir a su modo masculino, sin forzarla a ser femenina.
La valiente familia lo ha tomado con naturalidad, tomando en cuenta lo expuestos a los medios que están permanentemente, y las críticas que les ha generado la decisión que han tomado por la felicidad de su hija. Se desconoce si la pequeña, de hoy 10 años, es efectivamente transgénero y está siendo sometida a algún protocolo para frenar su pubertad y luego ser sometida a una resignación sexual.
Otro caso que irrumpió en la palestra hace poco fue el de la hija de la cantante venezolana Karina, Hanna de 11 años, quien si está bajo tratamiento médico, el cual consiste en una primera fase en frenar la pubertad, para luego hacer el cambio al sexo con el cual se siente identificada, el masculino.
Otro caso, también mediático es el de la protagonista del Reality Show Yo Soy Jazz, quien nació varón, y a los 4 años ya manifestaba que era niña y no quería usar un traje de baño masculino. Ella se encuentra en tratamiento médico.
¿Será que la transexualidad está de moda? NO. Nadie decide ser transexual, ahora es más visible. Casos como el de Caitlyn Jenner y el de Tamara Adrián, la primera diputada transgénero de latinoamérica, le han dado relevancia al tema en los medios, pero siempre han existido indivíduos que muestran una inconformidad con el sexo biológico con el cual nacieron, intentan adaptarse a él y no lo logran, lo cual produce un gran disconfort y problemas psicológicos, luchan contra un cuerpo que les es ajeno, y luchan por adaptarse a la sociedad, cuando no representan lo esperado por sus familias y por el entorno en general.
Sin embargo, no todo niño al que le gusten juegos y la ropa del sexo contrario es transexual...desde los 0 hasta los 8,10 a 14 años, es decir, toda la infancia hasta la pubertad, los seres humanos atravesamos por el Período Indifereciado del Desarrollo Sexual Funcional, el cual se caracteriza por los cambios morfológicos propios de cada sexo biológico más la conformación del género que es la expresión social de ese sexo, es decir, las conductas y expresiones masculinas o femeninas.
¿Qué hacer si mi hijo/a manifiesta ser del sexo opuesto?
Cuando un niño se identifica y muestra juegos y conductas propios del sexo opuesto hay que observarlo sin alarmarse. Puede corresponderse a una fase. Asistir a la consulta Sexológica es importante para hacer una historia del niño, una evaluación personalizada es indispensable, la consulta se hace también a los padres para descubrir detalles importantes en la dinámica de la familia. Es importante señalar que cada caso es particular. En líneas generales se recomienda a los padres que le impulsen a participar en actividades correspondientes a la expresión social de su sexo biológico donde pueda compartir con otros niños de su propio género, sin obligarlo, sino dejando que él o ella elija la que más le guste. Por ejemplo, ballet o flamenco para las niñas , deportes como fútbol o karate para los niños.
Es preciso aclarar a los padres que su niño no es
homosexual. Manifestar que se siente del sexo opuesto es Identidad de Género no
Preferencia Sexual. Durante la infancia (período indiferenciado) el individuo
no ha explorado su sexualidad aún para descubrir su orientación sexual.
Es preciso recordar que en el período indiferenciado se conforma la identidad de género, es decir, el niño se identifica, concientiza y se adapta a su sexo biológico. Este proceso alcanza su expresión verbalizada con la adquisición del lenguaje (alrededor de los 18 meses cuando dice pequeño “soy un niño” o “soy una niña”) y se suele estar ya internalizado los 3 o 4 años de edad. Se ha observado que los transexuales no logran identificar su propio sexo con la adquisición del lenguaje.
Si pasado el tiempo el niño manifiesta que se siente incómodo, si expresa rechazo, inadecuación y malestar a su propio sexo; y si la conducta de manifestar que es de el sexo opuesto persiste – de forma verbal y actitudinal - este paciente debe ser evaluado por un equipo multidisciplinario de profesionales (sexólogo, psicólogo, psiquiatra, endocrino), pues estamos ante un caso de disforia de género, que altera la resultante psicológica del individuo. Cada especialista indicará los exámenes clínicos pertinentes y en conjunto se diseñará el protocolo a seguir. El equipo informará a los padres los pros y los contras de este tratamiento.
En cuanto a los genitales, es preciso acotar que nunca se han hecho operaciones de reasignación de sexo en niños y adolescentes, sólo las personas adultas pueden decidir sobre su cuerpo. Muchas personas transgénero deciden quedarse con su genitalia de origen por miedo a que tras una operación se comprometa su función sexual- Quirúrgicamente, es mucho más fácil crear una vagina a partir de un pene que al revés . Muchos transgéneros logran la plenitud psicológica sólo a través de caracteres sexuales secundarios, vestimenta y conductas acordes al sexo con el cual se identifican.
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