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jueves, 4 de febrero de 2016

Prevenir el Cáncer está en tus manos


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) aproximadamente un tercio de los cánceres se pueden prevenir, mejorando los hábitos de vida. A continuación te digo cómo

1.- Deja de fumar


El tabaquismo es el factor de riesgo evitable que por sí solo provoca más muertes por cáncer en todo el mundo, aproximadamente el 22% de las muertes anuales por esa causa. En 2004 se atribuyeron al tabaquismo 1,6 millones de los 7,4 millones de muertes por cáncer.


El humo de tabaco provoca muchos tipos de cáncer distintos:  pulmón, esófago, laringe (cuerdas vocales), boca, garganta, riñón, vejiga, páncreas, estómago y cuello del útero. Alrededor del 70% de la carga de cáncer de pulmón puede atribuirse al tabaquismo como única causa. Se ha demostrado que el humo de segunda mano causa cáncer de pulmón en adultos no fumadores. El tabaco sin humo - en forma de productos de tabaco orales, tabaco de mascar o en polvo- provoca cáncer de boca, esófago y páncreas.

2.- Cuida tu alimentación, haz ejercicio y evita el sobrepeso

Existe una relación entre el sobrepeso y la obesidad y muchos tipos de cáncer, como el de esófago, colon y recto, mama, endometrio y riñón. Las dietas ricas en frutas y hortalizas pueden tener un efecto de protección contra muchas variedades de cáncer.

El consumo excesivo de carnes rojas y en conserva puede estar asociado a un mayor riesgo de contraer cáncer colorrectal. Por otra parte, hábitos alimentarios saludables que previenen el desarrollo de tipos de cáncer asociados contribuyen también a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Una actividad física regular y el mantenimiento de un peso corporal saludable, junto a una dieta sana, reducirán considerablemente el riesgo de contraer cáncer. Adoptar un estilo de vida saludable depende de tí.

3.- Controla el consumo de alcohol

El consumo de alcohol es un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer, como los de boca, faringe, laringe, esófago, hígado, colon y recto, y mama. El riesgo de cáncer aumenta con la cantidad de alcohol consumida. El riesgo que supone beber en exceso para varios tipos de cáncer - como los de la cavidad bucal, faringe, laringe y esófago- aumenta notablemente si el bebedor también es un fumador empedernido.

4.- Evita las infecciones

Los agentes infecciosos son la causa de casi el 22% de las muertes por cáncer en los países en desarrollo y el 6% en los países industrializados. Las hepatitis virales B y C provocan cáncer de hígado y la infección por el virus del papiloma humano, cáncer del cuello del útero; la bacteria Helicobacter pylori aumenta el riesgo de cáncer de estómago.

En algunos países, la esquistosomiasis parasitaria aumenta el riesgo de contraer cáncer de vejiga; en otros, el trematodo del hígado aumenta el riesgo de colangiocarcinoma de las vías biliares. Entre las medidas preventivas destacan la vacunación y la prevención de infecciones.

5.- Alerta con la contaminación ambiental

La contaminación ambiental del aire, el agua y el suelo por productos químicos carcinógenos causa entre el 1% y el 4% de todos los casos de cáncer (CIIC/OMS, 2003). La exposición a productos químicos carcinógenos presentes en el ambiente puede producirse a través del consumo de agua o de la contaminación ambiental y en espacios cerrados. 

La exposición a agentes carcinógenos también puede producirse a través de alimentos contaminados por sustancias químicas, como las aflatoxinas o las dioxinas. La contaminación del aire de interiores causada por fuegos de carbón duplica el riesgo de cáncer de pulmón, especialmente entre las mujeres no fumadoras (Smith, Mehta y Feuz, 2004). En todo el mundo, la contaminación del aire de interiores por fuegos de carbón domésticos causa aproximadamente el 1,5% de todas las muertes por cáncer. 

6.- Cuidado con los carcinógenos ocupacionales

Más de 40 agentes, mezclas y circunstancias de exposición en el ambiente laboral son cancerígenos para el hombre y están clasificados como carcinógenos ocupacionales (Siemiatycki et al., 2004). La relación causal entre los carcinógenos ocupacionales y el cáncer de pulmón, vejiga, laringe y piel, la leucemia y el cáncer nasofaríngeo está bien documentada. El mesotelioma (cáncer del revestimiento exterior del pulmón o de la cavidad torácica) está determinado en gran medida por la exposición al amianto por razones laborales.

Los cánceres de origen laboral se concentran en determinados grupos de la población activa, para los que el riesgo de desarrollar una forma particular de cáncer puede ser mucho mayor que para el resto de la población. Aproximadamente entre el 20% y el 30% de los hombres y entre el 5% y el 20% de las mujeres en edad de trabajar (es decir, de 15 a 64 años) pueden haber estado expuestos a carcinógenos pulmonares durante su vida laboral, lo que representa alrededor del 10% de los casos de cáncer de pulmón en todo el mundo. En torno al 2% de los casos de leucemia en todo el mundo pueden atribuirse a la exposición en el lugar de trabajo.

7.- Evita la exposición a radiaciones

Las radiaciones ionizantes son carcinogénicas para el hombre. Los conocimientos disponibles sobre los riesgos que comportan las radiaciones proceden principalmente de estudios epidemiológicos sobre los sobrevivientes japoneses a la bomba atómica, así como de estudios de cohortes expuestas a radiaciones médicas y en el ambiente de trabajo. Las radiaciones ionizantes pueden provocar leucemia y varios tumores sólidos, y los riesgos son mayores cuanto más joven es la persona expuesta.

Se calcula que la exposición residencial al gas radón que emana del suelo y de los materiales de construcción causa entre el 3% y el 14% de todos los casos de cáncer de pulmón, lo que la convierte en la segunda causa más importante de ese tipo de cáncer después del humo del tabaco. Los niveles de radón en el hogar pueden reducirse mejorando la ventilación y sellando los pisos y paredes. Las radiaciones ionizantes son un instrumento indispensable de diagnóstico y terapia. Para garantizar que los efectos benéficos de las radiaciones superen los posibles riesgos, los procedimientos radiológicos médicos deben prescribirse en los casos oportunos y realizarse correctamente, para reducir dosis de radiación innecesarias, especialmente en los niños.

Las radiaciones ultravioleta (UV), y en particular las solares, son carcinógenas para el ser humano y provocan todos los principales tipos de cáncer de piel, como el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma. En 2000 se diagnosticaron en el mundo más de 200.000 casos de melanoma y se produjeron 65.000 muertes asociadas a este tipo de cáncer. Evitar la exposición excesiva y utilizar filtro solar y ropa de protección son medidas preventivas eficaces. Actualmente los aparatos de bronceado que emiten rayos ultravioleta están clasificados como carcinógenos para el ser humano por su asociación con los cánceres oculares y de piel melanocíticos.

Las siguientes recomendaciones previenen el cáncer a diario: 

  •  Mantente en tu rango de peso ideal.
  •  Haz entre 30 y 60 minutos de actividad física moderada diariamente, como caminar.
  •  Evita las bebidas endulzadas como los refrescos, jugos y tés pasteurizados y la comida rápida.
  •  Si eres madre, amamanta por lo menos 6 meses.
  •  No comas más de medio kilo de carne roja por semana y evita las carnes procesadas.
  •  Limita la ingesta de bebidas alcohólicas a una medida diaria, en las mujeres, y a dos, en los varones.
  •  Come 5 porciones diarias de frutas y hortalizas.
  •  Limita el consumo de sal a 6 gramos diarios; evita ingerirla como conservante. Los enlatados contienen sal oculta.
  • Usa protector solar a diario, la luz blanca de monitores y oficinas también afecta tu piel.
  •  Si eres sobreviviente de cáncer, sigue recomendaciones nutricionales de un profesional, realiza actividad física y mantén un peso adecuado.


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