Los Biopolímeros, utilizados para rellenar depresiones faciales y aumentar el volúmen de los glúteos, son un material peligroso que se adhiere a vasos, huesos y tejidos con consecuencias irreversibles de por vida. Hombres y mujeres quienes sucumbieron ante el reclamo publicitario de rejuvenecer y mejorar su cuerpo sin bisturí, son hoy pacientes que deben lidiar con las consecuencias de tener un cuerpo extraño en su organismo.
Descubre, de la mano de Daniel Slobodianik, cirujano plástico, Klara Senior, médico estético, Jaime Piquero y Susana Misticone, dermatólogos, y Jacobus De Waard, microbiólogo jefe del Instituto de Biomedicina del Hospital Vargas, las implicaciones de este asunto de Salud Pública.
Mención especial merece el testimonio de Taylee Castellanos, afectada quien ha dedicado un gran esfuerzo a unir y a visibilizar a todas las pacientes.
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