El Sexo Anal es una práctica sexual considerada tabú desde la antigüedad, tiempos en los que era una alternativa para evitar embarazos. Para la religión católica es considerado contranatural, incluso se le ha atribuido el nombre de Sodomía, en alusión a la ciudad bíblica de moral disipada. Hoy es una de las prácticas más extendidas entre las parejas de hombres homosexuales. Desde el punto de vista fisiológico, la zona es tan sensible como los genitales externos porque proviene del mismo tejido embrionario. A continuación conocerás las precauciones indispensables para hacerlo placentero y seguro para tu salud.
Dilatación Previa
La penetración anal puede resultar muy dolorosa si no se dilata previamente el esfínter, por lo que se recomienda una estimulación previa que puede hacer uso de juguetes sexuales diseñados para tal fin, conocidos como dilatadores anales, los cuáles tienen una forma especial con un tope para evitar que se vayan hacia adentro. Introducir cualquier juguete u objeto en el ano es muy peligroso porque se puede requerir de cirugía para su extracción. Otro dato a considerar: El recto no tiene la misma elasticidad que la vagina, diseñada para aceptar al pene.
Salud y Responsabilidad
La mucosa anal es muy sensible y un lugar propenso a la proliferación de infecciones. Una penetración fuerte puede producir desgarros y heridas de cuidado que ponen en contacto fluidos sexuales con sangre. Por estás características se hace más propensa la propagación por esta vía de las Infecciones de Trasmisión Sexual (ITS): VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), Sífilis, Gonorrea, Herpes Genital, VPH (Virus del Papiloma Humano) y Hepatitis.
Por estas razones es indispensable el uso del Preservativo.
Por otra parte, la presencia de Hemorroides dificulta el coito anal. Si son dolorosas y externas debería evitarse su práctica.
Higiene Extrema
Además del uso del Preservativo se debe realizar una rutina de higiene rigurosa en la zona rectal, y la limpieza de los juguetes sexuales, si fuera el caso.
Lubricación Necesaria
El ano y el recto no poseen lubricación natural que facilite la penetración, por ello es imperativo el uso de lubricantes artificiales a base de agua, compatibles con el látex del preservativo. La vaselina y otros lubricantes a base de petrolato están contraindicados.
Masturbación
Las masturbación anal es la estimulación de la zona con la finalidad de intensificar el orgasmo. En los hombres, la inserción de uno o dos dedos en el recto puede acariciar la próstata, zona tan placentera que ha sido llamada el Punto G Masculino.
Apecto Psicológico
Para muchos hombres heterosexuales, la zona anal es un territorio prohibido pues consideran que hasta las caricias más inocentes, al disfrutarlas, pueden hacerlo homosexual. La realidad es que este condicionamiento es sociocultural, el ano no tiene orientación sexual, sólo una estructura anatómica con sensibilidad igual para todos.
La mujer heterosexual suele acceder al sexo anal para complacer un deseo especial de su pareja que no siempre es atento y sigue las precauciones, concentrándose en su propio placer y causándole mucho dolor. Como en todas las prácticas sexuales la comunicación asertiva con la pareja es fundamental, si quieres probarlo, hazlo con calma. Si lo probaste y no te gustó, no tienes por que volverlo a hacer, y si no te llama la atención hacerlo, simplemente di que NO.
Recuerda: En pareja no hay nada prohibido, disfruta de la conexión Sexo y Alma con responsabilidad!
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